El antiguo corazón de la Axarquí­a se esconde tras los pasos de la Ruta Mudéjar

Esta ruta lleva al viajero a recorrer cinco poblaciones del interior de la Axarquí­a: enclaves de genuino sabor rural donde aún perduran magní­ficos ejemplos de arquitectura mudéjar. Sobre una pequeña depresión rodeada de lomas está enclavada Arenas, en la que se pueden visitar el Castillo de Bentomiz, erigido por los árabes sobre un anterior asentamiento í­bero. En sus inmediaciones se encuentra el Alminar de Daimalos, en la localidad del mismo nombre.

En la Axarquía, la huella de la expulsión de los moriscos de Málaga

Con apenas 400 habitantes, Árchez conserva aún sus raí­ces y embrujo morisco. Antes de ser expulsados, los musulmanes del lugar dejaron un valioso tesoro de la arquitectura nazarí­: la Torre Alminar de la Iglesia de Ntra. Señora de la Encarnación, construida en el siglo XIV y actualmente rematada con un campanario cristiano.

Otro bello ejemplo de este arte mudéjar se sitúa en Salares, donde la iglesia Parroquial de Santa Ana conserva la Torre Alminar construida entre los siglos XIII y XIV. En las fiestas de esta última población el viajero tendrá la oportunidad de saborear un vino diferente a cualquier otro, debido al uso de una uva singular: la Rome.

A escasos 4 Kilómetros aparece Sedella, enclavada en una zona óptima para el regadío, dada la abundancia de manantiales.

Por último, Canillas de Aceituno, patria del chivo canillero y enclave de la morcilla en la Axarquí­a.

Cinco pueblos jalonan la Ruta Mudéjar