Abundancia gastronómica

La Axarquí­a, por su condición montañosa y a la vez costera goza de una variada gastronomí­a que incluye carnes, pescados, verduras y frutos tropicales.

Lo mismo se puede degustar un guiso de choto, de los que puedes encontrar los mejores ejemplares de chivo de la raza malagueña, extraordinarias morcillas canilleras aderezadas con cebolla o unas consistentes migas, que comerte tan placenteramente un pescado al espeto, unos boquerones fritos o una ensaladilla arriera.

Todo es posible en esta comarca donde se produce uno de los mejores aceites del mundo en sus milenarios olivos, vinos de exquisita y dulce factura que en tiempo de los árabes llegaban hasta el califato de Baghdad, finas pasas de la uva moscatel, quesos que enamoran, lustrosos aguacates y mangos, ní­speros muy afamados, generosas almendras y verduras de todo tipo y variedad.

Para celebrar esta riqueza que envuelve a los pueblos axarqueños, sus vecinos se prodigan en fiestas gastronómicas. Por ejemplo, en Alfarnate, las cerezas; en Periana, el aceite verdial; en Canillas de Aceituno se honra su primorosa morcilla canillera; en Alcaucí­n, la otoñal castaña; en Iznate la uva moscatel; en Rincón de la Victoria, el boquerón victoriano; el vino dulce, en Cómpeta; en Sayalonga, el ní­spero; la miel de caña, en Frigiliana; en Torrox, la migas; el gazpacho en Alfarnatejo, el caracol, en Riogordo; en Colmenar, el mosto y la chacina; la pasa, en La Viñuela y El Borge; la chanfaina, en Totalán; y, en Almáchar el inconfundible y auténtico ajoblanco. Una variedad de sabores que atraen a miles de visitantes a lo largo de todo el año.